Primero de todo, debemos conocer como es el funcionamiento sin baterías de una planta fotovoltaica y como nos puede perjudicar. Cuando disponemos de una instalación fotovoltaica de autoconsumo, generamos electricidad que utilizamos para alimentar nuestra casa. Pero esta electricidad no la dirigimos directamente hacia los electrodomésticos y dispositivos, sino que la inyectamos a la red de electricidad de la compañía distribuidora que tenemos y se une al resto de electricidad pagada.
En el momento en el que generamos más energía de la que gastamos, la empresa tiene que pagarnos por ese excedente de electricidad que aportamos. Aquí está el problema, ya que «vendemos» la energía a la compañía mucho más barata de la que nosotros la pagamos. Aproximadamente, compramos los kilovatios 3 veces más caros, aunque puede depender de otros factores.