La filosofía de las instalaciones fotovoltaicas de autoconsumo es, precisamente, ser autosuficientes. Por ello, si el mantenimiento de las instalaciones lo podemos realizar nosotros mismos, mucho mejor. En todo caso otra opción también muy válida es la de contratar a un profesional para que periódicamente nos revise el estado de la instalación.
En caso de que seamos nosotros mismos los que realizamos el mantenimiento, hay que tener en cuenta que, como la mayoría de las placas solares están bajo cubierta, es relativamente fácil de acceder a ellas y por tanto, no costará revisarlas periódicamente. Sabemos que es importante ahorrar en la factura de la luz, pero dejemos esta revisión a los más expertos.
En el caso de las placas fotovoltaicas, las células están elaboradas a base de silicio, un mineral que ofrece una gran resistencia a las condiciones meteorológicas adversas, incluido el granizo. Es por ello que, en este tipo de instalaciones, el coste del mantenimiento de las placas solares no es demasiado complicado y podemos hacerlo sin problemas.
Además, el mantenimiento de las placas solares fotovoltaicas, al no contar con partes móviles, se simplifica bastante. Principalmente, debemos revisar todos los componentes:
- Paneles fotovoltaicos. Debemos revisar que no haya roturas, que estén limpios y que se conserven casi como el primer día. Dependiendo de la zona donde estén ubicadas habrá que revisarlas con más o menos frecuencia, dependiendo de las condiciones climatológicas del área. Es recomendable, como mínimo, limpiar las placas y controlar la temperatura de las mismas al menos cuatro veces al año. Para dicha limpieza es suficiente agua templada a poca presión, una esponja suave y limpiar cuidadosamente la superficie de las placas.
- Inversor. Te recordamos que se trata del equipo de tamaño reducido que deja la energía eléctrica generada por los paneles fotovoltaicos lista para ser utilizada en tu casa (convirtiendo la corriente continua a corriente alterna). Para un buen mantenimiento hay que mirar que funcione correctamente, que el cableado esté en buenas condiciones, etc. Una vez al mes es recomendable revisarlo, y comprobar que todo va bien. También se puede limpiar con un trapo la suciedad acumulada.
- Las baterías. Es importante también una vez al mes revisar su funcionamiento, que el nivel de electrolito de las baterías sea el adecuado, y en el caso de que falte, habrá que rellenarlo hasta llegar al nivel recomendado. Para ello, utilizaremos agua destilada o con un contenido mineral bajo. Con un densímetro verificar también el estado de la carga de la batería y la capacidad.
- Contador. Es el que contabiliza la electricidad que consumes. Debemos verificar que no hay fallos y que funciona bien. Se puede hacer como mínimo cuatro veces al año.
- Sistema de monitorización. Es la parte más importante para que estemos alerta de que todo funciona, puesto que es el apartado que envía la información del estado de la instalación y de la generación de energía a tu teléfono móvil y a nuestro centro de control. De esta forma nosotros también estamos al corriente del buen funcionamiento de la instalación y vigilamos que el sistema esté funcionando correctamente.
Soportes. No nos olvidemos cuando realicemos el mantenimiento al menos cuatro veces al año, o incluso, durante la revisión mensual- revisar de forma visual que las estructuras están también en buen estado y que los factores de la climatología no las han estropeado o dañado. Es decir, debemos revisar que se mantienen intactos frente a la corrosión. Hay que controlar posibles deformaciones o grietas, el apriete de la tornillería para evitar que se suelten los paneles, el sellado de las juntas, la propia fijación de los módulos a la estructura y la toma a tierra, etc.