¿Has notado que algunos equipos tienen una pequeña luz que permanece encendida, aunque el equipo esté apagado? Esta pequeña luz, que puede ser roja, verde, amarilla, blanca o azul, indica que el equipo está en “stand-by” o “modo de espera”.
Muchos electrodomésticos y equipos electrónicos tienen una función que les permite permanecer en espera y listos para usar. La ventaja, según los fabricantes, es que el equipo no apaga totalmente todos sus componentes y, así, reduce el tiempo de carga al encenderse nuevamente.
Es muy común en equipos electrónicos como TVs, ordenadores, consolas de videojuegos, reproductores de vídeo y equipos de sonido. Sin embargo, es posible encontrarlo en electrodomésticos como lavadoras, aires acondicionados, procesadores de alimentos, robots de cocina, aspiradoras automáticas y un gran número de aparatos.
En la actualidad, con la expansión de sistemas de domótica y de automatización de funciones domésticas, el stand-by está en muchos más equipos. En los sistemas que integran todos los equipos, sistemas de aire, iluminación y seguridad, el modo de espera es, a veces, un requisito del sistema.
Esta modalidad, que teóricamente ahorra valiosos segundos de nuestro tiempo, se lleva hasta 10 céntimos de cada euro que pagamos en electricidad. Para entender la dimensión de este consumo en nuestra economía, quizá con este pequeño ejemplo podamos verlo un poco mejor.
De acuerdo con cifras de expertos en consumo eléctrico, un hogar de 4 personas puede consumir una media entre 3500 y 4000 kWh al año. Con las tarifas actuales, este consumo puede promediar entre 1000 y 1500 euros al año. El consumo fantasma representa un gasto entre 100 y 150 euros al año, es decir, lo que pagaríamos en todo un mes de consumo.