El mantenimiento preventivo. Clave en la eficiencia energética de tus equipos

2 de mayo de 2024

El mantenimiento preventivo. Clave en la eficiencia energética de tus equipos

El mantenimiento preventivo es una de las acciones más recomendadas por los expertos en consumo energético y ahorro. Un equipo que tiene un mantenimiento periódico puede operar con un menor consumo eléctrico, pues sus piezas funcionan de manera óptima. Hoy veremos cómo hacer un plan de mantenimiento para los equipos de mayor desgaste y consumo dentro de tu hogar. Asimismo, analizaremos el efecto que tiene el cuidado del funcionamiento de los equipos en el alargamiento de su vida útil y el ahorro a largo plazo.

Nuestra vida diaria se ha hecho cada vez más dependiente de equipos que mejoran nuestras tareas y nos hacen la vida un poco más fácil. Estos equipos se encargan de automatizar tareas manuales y tediosas. Una larga lista de electrodomésticos están presentes en nuestra cotidianidad y es difícil imaginar la vida sin ellos.

Pero, como cualquier máquina, todos los equipos de nuestro hogar están sujetos a un desgaste normal con una vida útil predeterminada. Desde que los sacamos del empaque, todos los equipos inician una cuenta atrás que denominamos como vida útil.

Los fabricantes incluyen piezas y subsistemas que hacen que estos equipos funcionen de manera óptima. Debido al uso, las piezas se van desgastando y en el proceso de deterioro, van perdiendo eficiencia. En algunos equipos, es posible ir reemplazando y reparando piezas a lo largo de su vida para corregir este desgaste. Esta acción, llamada mantenimiento preventivo, ayuda a mejorar su eficiencia, reducir su consumo eléctrico y alargar su vida útil.

En ACCIONA Energía hemos analizado la influencia del mantenimiento preventivo como una de las principales claves en el hogar. Estas revisiones pueden reducir tu factura eléctrica a una fracción de lo que pagas actualmente de manera progresiva. Veamos cómo.

¿Qué es el mantenimiento preventivo?

Cualquiera de nuestros equipos está formado por una serie de piezas y dispositivos que trabajan de forma conjunta con un fin específico. Algunas de estas piezas tienen mayor desgaste y a medida que más trabajan, más se desgastan. Las piezas mecánicas, de fricción o de movimiento, suelen ser las primeras en vencer su vida útil.

Como en cualquier sistema, la avería de la pieza más pequeña puede comprometer el funcionamiento de todo el conjunto. Adicionalmente, el consumo eléctrico de cualquier equipo es una sumatoria de los pequeños consumos de cada parte. Así, con el desgaste y el paso del tiempo, un equipo cualquiera puede reducir significativamente su eficiencia.

Por lo general, la solución puede ser el reemplazo del equipo por un modelo más nuevo para recuperar la eficacia. Sin embargo, ciertos equipos, por su tamaño, función o coste, suelen ser más difíciles de sustituir de forma sencilla. Y, es aquí, cuándo un plan de mantenimiento periódico puede ser la solución.

El mantenimiento preventivo no es más que una revisión periódica y con el equipo en funcionamiento, por parte de un técnico especializado. Este profesional analiza la función del equipo y sus piezas de forma separada. Sustituye aquellas piezas con mayor desgaste, filtros, lubricantes y otros consumibles que reducen la eficacia del equipo en su conjunto. 

De esta forma, el equipo puede recuperar sus niveles de operatividad, eficiencia y consumo sin tener que invertir en su sustitución. Por otro lado, este mantenimiento puede advertir a tiempo cualquier avería que comprometa al equipo y su funcionamiento. El mantenimiento preventivo es recomendable en todos los equipos de nuestro hogar, pero principalmente en los más costosos y de mayor utilidad. Veamos cuáles son.

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¿Cuáles equipos deberían tener un mantenimiento periódico en mi hogar?

Para los expertos en servicio técnico y consumo energético en el hogar, todos los equipos deberían tener una rutina de revisión periódica. En estas revisiones, se debe analizar el funcionamiento del conjunto y de cada parte de forma individual. Se comparan los consumos especificados por el fabricante con el consumo actual y se revisa que todo funcione de forma correcta. Aunque estas tareas suelen ser las más recomendadas, algunos equipos de nuestro hogar son más susceptibles al desgaste. Por lo tanto, deberían pasar por un mantenimiento más regular. Algunos de estos equipos son:

Aire acondicionado/calefacción

Los equipos de climatización suelen tener un desgaste que se incrementa con el uso. Las bombas de calor, compresores y ventiladores pueden deteriorarse por el tiempo de acción. Adicionalmente, los gases de refrigeración se consumen de manera continua sufriendo de evaporación y pérdida de propiedades.

Los filtros de estos equipos se van colapsando con la acumulación de partículas, lo que produce una mayor necesidad de energía. Este aumento trata de compensar las limitaciones de flujo de aire, lo que a la larga, reduce su eficiencia energética.

Más o menos lo mismo sucede con los radiadores, calderas y equipos de calefacción. Las piezas de estos equipos pueden deteriorarse con el tiempo y su reemplazo reduce la probabilidad de fallos generalizados. Esto permite rebajar tu factura a corto y largo plazo.

Refrigeradores y congeladores

Las neveras y congeladores de nuestro hogar trabajan con equipos que reducen la temperatura interior de forma controlada. Estos equipos usan filtros, evaporadores y condensadores que sufren desgaste. Además, las gomas que impiden el intercambio térmico entre el interior y exterior, pierden elasticidad, lo que reduce su eficacia.

Del mismo modo, algunas piezas del equipo pueden averiarse a un ritmo mayor que el resto del conjunto. Con un gasto menor, se pueden reemplazar pequeñas piezas y recuperar su eficacia y operatividad óptima.

Lavadora/secadora

Las lavadoras y secadoras son máquinas de gran consumo eléctrico pues operan con motores de gran potencia y alto consumo. Las piezas móviles, filtros y gomas, sufren desgastes que afectan la operatividad y aumentan la necesidad de energía de estos equipos. 

Lo mismo sucede con las secadoras, equipos que esencialmente trabajan con altos consumos de energía eléctrica. Estos equipos suelen perder vida útil y aumentar su consumo por el desgaste de resistencias, piezas móviles y termostatos.

Lavavajillas

El lavavajillas es un equipo que por lo general tiene un consumo elevado cuando sus piezas se desgastan por la acción del agua. Los taponamientos de los filtros y salidas de agua, generan una mayor necesidad de potencia de motores y bombas de agua. Consecuentemente, el consumo se eleva y la eficiencia disminuye con el paso del tiempo.

Aunque no son los únicos que pueden revisarse periódicamente, estos equipos suelen mejorar su eficiencia con el mantenimiento. Lo más recomendable es que este tipo de labores sean hechas por técnicos especializados. Algunas marcas tienen departamentos de servicio técnico de gran calidad. Asimismo, en el mercado existe una gran oferta de empresas dedicadas al mantenimiento preventivo y reparaciones de los equipos del hogar.

¿Por qué el mantenimiento optimiza la eficiencia y reduce el consumo energético?

Los fabricantes de equipos y electrodomésticos invierten muchos recursos en la investigación y desarrollo de sus productos. En la actualidad, la eficiencia eléctrica y el bajo consumo son una parte muy importante de los diseños de equipos del hogar. Sin embargo, es un hecho ineludible que los equipos vayan perdiendo facultades con el paso del tiempo y el uso.

A medida que los equipos reducen su capacidad operativa, los elementos de reducción del consumo van perdiendo su calidad y capacidad de ahorro. Un equipo con desgastes y averías menores puede incrementar su necesidad de consumo y, así, aumentar significativamente la necesidad energética.

El mantenimiento preventivo ayuda a recuperar los valores de eficiencia de los equipos de manera progresiva y escalable. A largo plazo, el mantenimiento de los equipos permite mantener un consumo predecible y regulable en la búsqueda de ahorrar en la factura eléctrica.

Los estudios técnicos de ACCIONA Energía miden el consumo individual y real de cada equipo como parte de un análisis de necesidades de consumo en el hogar. Nuestros técnicos especializados recomiendan hacer un mantenimiento preventivo y periódico como una de las formas de reducir las necesidades eléctricas en el interior del hogar. Así, podrás mantener una mayor estabilidad en tu consumo, lo que permite aumentar la eficiencia y reducir lo que pagas en energía convencional.