24 de abril de 2023
La factura de la luz parece que nunca para de crecer. Todos los meses pagamos más, aunque tratemos de recortar el consumo y hagamos muchos sacrificios. Para ahorrar en el pago de energía, el primer paso es aprender dónde están los mayores gastos. Veamos los más importantes.
Desde hace un par de años, la llegada de la factura de la luz parece ser uno de los momentos más temidos por las familias españolas. Sin importar los sacrificios de confort que hagamos, la factura parece ser cada vez más alta.
Adicionalmente, la volatilidad de los precios de la energía no ayuda a predecir el gasto mensual o a hacer un presupuesto familiar adecuado. Estas subidas repentinas en los horarios de mayor consumo echan por tierra cualquier planificación económica cada vez que llega la factura.
Sin embargo, el mayor problema según los expertos es el desconocimiento generalizado de cómo se calcula una factura de la luz. Para la mayoría es mucho más difícil hacer medidas de ahorro, pues no sabemos cuál es el consumo de cada electrodoméstico.
Si aprendemos a gestionar nuestro consumo podemos reducir el gasto en aquellos equipos menos eficientes. Del mismo modo, conocer cuáles son los tramos más económicos y las tarifas del kWh más flexibles nos permite tomar las mejores previsiones.
Veamos cómo se hace el cálculo de una factura de la luz doméstica y cómo podemos ahorrar mensualmente con un consumo más eficiente. De esta manera, ahorrar se hará una tarea más sencilla y eficaz en nuestros hogares.
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En España, la factura de la luz se calcula dependiendo de múltiples factores que varían entre compañías, localidades y tipo de servicio. En la mayoría de los hogares, la factura eléctrica depende del tipo de tarifa eléctrica contratada, el consumo del período y los impuestos.
Como hemos dicho, existen variantes entre las empresas de suministro, el tipo de consumidor o la localidad. Sin embargo, existen elementos comunes que determinan el cálculo de lo que pagaremos mensualmente por la energía consumida en nuestro hogar. Estos factores son:
La potencia que contratamos en nuestro hogar determina el máximo de electricidad que consumimos. En otras palabras, la potencia contratada establece el límite máximo de kW que podemos consumir en un mismo momento. Esta potencia se cobra en base a una tarifa y que, en la mayoría de los casos, es un monto fijo que pagamos aun sin hacer ningún consumo.
Este es el elemento que más incide en el cálculo de la factura de la luz. Se calcula por la cantidad de kWh que consumimos en un período de tiempo. Existen dos tipos de contratos en este cálculo. Los contratos de tarifa regulada cobran una tarifa fija durante todo el período. En los contratos de mercado libre, la tarifa se calcula en base a la fluctuación del precio en cada hora de consumo.
La distribución y el transporte de la electricidad generan cargos que se cobran mensualmente en la factura. Estos cargos también se suman a los cargos por financiamiento de factura en aquellos consumidores que eligen este servicio.
Cada factura de la luz genera una serie de impuestos y tasas que se pagan de manera porcentual de acuerdo al consumo del período. En España, se cobran el Impuesto sobre la Electricidad y el IVA.
Comprender cómo se compone la factura de la luz nos permite tener un mayor conocimiento de cuál es nuestro patrón de consumo en un período. La factura de la luz nos aporta información muy importante a la hora de mejorar nuestra planificación energética.
En cada factura podemos ver el consumo real de energía del mes y cuánto de este consumo se ha hecho en las horas más costosas u “horas pico”. Asimismo, nos muestra con gran detalle cuánto es el consumo en comparación con los meses anteriores con gráficas bastante explícitas. En cada factura podemos comparar cuánto es el consumo en relación a la potencia contratada.
Toda esta información nos da herramientas muy importantes al momento de hacer un plan de ahorro energético. Si analizamos cuáles son las horas y días de mayor consumo, podemos crear un plan más eficiente y con mejores resultados.
Por otro lado, comparar nuestro consumo promedio con la potencia contratada nos aporta datos muy relevantes. Si el diferencial entre lo contratado y lo consumido es mayor, quizá podemos replantearnos reducir la potencia contratada. A la larga, esta reducción nos puede ayudar a minimizar la porción fija de la factura eléctrica.
Por último, pero no menos importante, identificar cuál es el tipo de tarifa que tenemos contratada es fundamental. Si estamos en una tarifa de mercado libre, estaremos sujetos a las fluctuaciones del precio de la electricidad, a diferencia de una tarifa más plana.
Una vez que hemos identificado cómo es nuestro patrón de consumo y cuál es el horario de mayor uso, podemos tomar medidas de ahorro. Igualmente, si logramos reducir el pago fijo y cambiarnos a la tarifa regulada, el ahorro mensual es máximo.
Aun así, una de las medidas de ahorro más recomendadas por los expertos es hacer un listado del consumo de nuestros electrodomésticos. Hacerlo es bastante sencillo, pues cada uno trae en la ficha técnica esta información, que está también disponible en internet. Así, podemos saber cuáles son los equipos más y menos ahorradores, con lo que podemos tomar decisiones en cuanto a su uso.
Pero, sin duda alguna, la máxima medida de ahorro es considerar la autogeneración y autoconsumo de energía solar. La energía fotovoltaica nos ayudará a reducir progresivamente el pago de la factura de la luz. Pedir un estudio técnico personalizado es 100% gratis y te permite saber cuál es la inversión, el consumo actual y las medidas de amortización más efectivas.
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