Si fijamos la mirada en el impacto que tienen las fuentes de energía en el planeta y la salud de las personas, la energía solar destaca por ser la fuente con los mejores resultados en cuanto a mortalidad, contaminación y emisiones de gases.
El acceso a la energía es fundamental para el desarrollo de las sociedades. La encontramos en todos los aspectos de nuestra vida: en nuestros hogares e industrias en forma de electricidad, como en el carburante que nos permite desplazarnos y alimentar grandes maquinarias de producción.
Si la OMS ha propuesto para el Día Mundial de la Salud centrar la atención en la interconexión entre el medio ambiente y la salud, nosotros hemos querido preguntarnos: ¿qué consecuencias tienen las diferentes fuentes de energía en cuanto a seguridad y salud?
En la actualidad, el sistema energético mundial continúa dominado por los combustibles fósiles, la biomasa tradicional, la energía hidroeléctrica y la energía nuclear. Sin embargo, las energías renovables, como la solar y la eólica, están creciendo y van a ejercer un papel cada vez mayor en nuestros sistemas energéticos en las próximas décadas.
En cuanto al impacto que tienen las diferentes fuentes de energía sobre la salud y el medio ambiente, el informe de Our World in Data ha considerado los siguientes aspectos:
Polución del aire
Como mínimo 5 millones de personas mueren prematuramente cada año a causa de la polución del aire, causada en su mayoría por combustibles fósiles y la crema de biomasa.
Accidentes
Se han incluido accidentes durante la minería y extracción de combustibles (carbón, uranio, metales raros, petróleo y gas) y durante el transporte de materias primas y la infraestructura y construcción de una planta de energía.
Emisión de gases de efecto invernadero
Los combustibles fósiles son la principal fuente de emisión de gases de efecto invernadero. El 87% de las emisiones de 2018 procedían de los combustibles fósiles y la industria.
Todas las fuentes de energía tienen efectos negativos, pero difieren en gran medida en su magnitud. Como hemos podido ver, la energía nuclear, la eólica, la hidroeléctrica y especialmente la solar, son las energías más seguras en términos de accidentes y contaminación atmosférica y son opciones de baja emisión de carbono.
Aun así, todavía representan una parte muy pequeña del consumo energético mundial, menos del 10% de la energía primaria. Por eso, y desde un punto de vista de la salud humana y medioambiental, es importante buscar alternativas a los combustibles fósiles que nos permitan una mejor convivencia con el medio ambiente. La energía solar fotovoltaica permite tanto a familias como empresas generar energía a partir de una fuente infinita y gratuita, además de ser autosuficientes.