Una instalación fotovoltaica hecha desde un estudio técnico detallado, profesional y minucioso debe considerar las necesidades de cada inmueble. Por lo tanto, se instalan la cantidad de paneles suficientes para generar toda la energía que se consume en un hogar o un negocio.
No obstante, en algunas estaciones del año, como en el verano, la energía producida excede a la consumida. En regiones con mayor incidencia solar o en inmuebles con más exposición a la luz del sol, esta generación crea excedentes de energía.
La gran pregunta de muchos usuarios es ¿qué hacer con la energía sobrante? Y para ello, la Comisión Europea de Energía ha creado una solución muy inteligente y que contribuye al bien común.
Un inmueble privado o público puede convertirse en un productor de energía e ingresar a la red de transmisión eléctrica la energía no usada. Esta energía se paga a un precio que fluctúa de acuerdo con las condiciones del mercado y que, además, debe pagar una serie de impuestos.
Como cualquier empresa eléctrica, un particular se convierte en un sujeto tributario pasivo con una serie de tasas por una actividad lucrativa. Aun así, el diferencial entre el impuesto y la generación resulta positivo para los generadores.
Convertirse en un contribuyente de energía es un proceso relativamente sencillo que requiere de una serie de trámites y papeleo. Por lo general, las empresas instaladoras con mejores servicios, como ACCIONA Energía, realizan estos trámites y le ahorran al contribuyente mucho tiempo y esfuerzo.
Una vez que una persona o empresa se ha dado de alta como contribuyente de excedentes, puede empezar a disfrutar de los beneficios de la actividad, pero es necesario instalar una serie de equipos que contabilizan este ingreso y que le permiten al comprador de energía conocer la cuantía a pagar por la venta de excedentes.